Primero, pela y lava las patatas. Córtalas haciendo que se «tronchen», así conseguirás un caldo meloso.

Pica los ajos, los pimientos y la cebolla y ponlos a rehogar en una cazuela.

Cuando empiecen a pocharse, añade las hojas de laurel.

Incorpora el pimentón, remueve y sofríe todo a fuego medio durante un minuto.

Después, introduce en la cazuela el chorizo cortado en rodajas un poco gorditas. Remueve durante 1 minuto. Añade las patatas y dale unas vueltas para que se impregnen bien de todos los sabores.

Incorpora el vino blanco y el caldo de pollo. Mezcla todo bien y déjalo a fuego suave durante 50 minutos, removiendo de vez en cuando. ¡Estarán listas!

Truco: si «tronchas» las patatas y dejas que cuezan a fuego suave darás tiempo a que se suelte la fécula de la patata y engorde la salsa. Si prefieres hacerlas de forma rápida, también te quedarán buenas, y en 35 minutos podrías tenerlas listas, pero perderás ese punto especial de la salsa.