Versionamos la clásica receta de ensalada campera y la convertimos en una alternativa vegana, aunque puedes prepararla de la manera tradicional y te quedará igual de rica y apetitosa. Es ideal para llevártela en tus salidas a la playa, a la montaña, y como plato único.
Además, si cueces las patatas con antelación y las mantienes en el frigorífico durante unas horas hasta el momento de la preparación, las convertirás en un prebiótico muy interesante para mantener tu salud intestinal, debido a su almidón resistente. Puedes ampliar información sobre esto aquí.
800 g de patatas «La Huerta de Doña Rogelia – Especial Cocer»
1 cebolleta
3 tomates
1/2 pimiento rojo
1/2 lechuga iceberg
1 taza de aceitunas verdes
200 g de atún vegano (o atún clásico, según prefieras)
120 g de aceite de oliva
40 g de vinagre
1/2 limón
Sal al gusto
Comienza lavando las patatas para eliminar cualquier resto que pudiera haberse depositado en su superficie.
Pon las patatas con piel en una olla con agua y sal y lleva a ebullición.
Cuécelas hasta que pinches una de ellas con un cuchillo y salga fácilmente. Suele ser entre 20 y 25 minutos, dependiendo del tamaño de las patatas.
Cuando estén cocidas, colócalas en un bowl con abundante agua fría (puedes ponerle hielo) para que se enfríen y así también cortar la cocción.
Cuando hayan bajado de temperatura, pélalas y córtalas en trozos medianos. Y reserva.
Lava y corta los tomates y la lechuga en trozos medianos, las aceitunas a la mitad y la cebolleta y el pimiento rojo en trocitos pequeños. Reserva.
Mezcla el aceite de oliva, el vinagre, el zumo de limón y una pizca de sal hasta que emulsione. (Puedes hacerlo empleando la batidora, o con un truco muy fácil con el que conseguirás un resultado de 10: usando un pequeño tarro o tupper con tapa y agitando bien.)
Una vez que haya ligado la salsa, coloca todos los ingredientes anteriores y el atún en el recipiente que vayas a llevar a la mesa, y viértela sobre la ensalada.
Mezcla bien todos los ingredientes y sirve la ensalada bien fría.
¡Te va a gustar!