Pela 8 patatas menudas, córtalas en trozos de pequeño tamaño y ponlas a cocer en una cazuela con agua y una vaina de vainilla a fuego fuerte. Cuando estén cocidas, retíralas del fuego y escúrrelas.

Ablanda el chocolate blanco, bien al baño maría o dándole unos segundos de microondas.

Pasa las patatas por el pasapuré, añadiendo el contenido de una vaina de vainilla, y el chocolate blanco ablandado.

Extiende el puré resultante lo máximo posible sobre una oblea de papel comestible. Coloca la otra oblea de papel sobre él. Parte en trocitos las obleas y reserva.

Baña con cuidado cada uno de estos trozos en vodka y sécalos al calor para mantenerlos crujientes.

Monta la nata junto con el azúcar y agrega muy despacio un chorro de vodka mientras la estás montando.

Coloca en un recipiente la espuma de nata con vodka, el helado de naranja y las obleas de patata.

¡Obtendrás un postre fantástico y sorprendente!