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5 abril 2018

Deliciosas “Melting Potatoes” que se derriten en la boca

Las patatas asadas que están arrasando en las redes sociales.

Información

Las melting potatoes están arrasando en las redes, como por ejemplo en Pinterest y Youtube, donde abundan imágenes con su llamativo resultado final, tan apetitoso que es difícil resistirse a no probarlas.

Son unas patatas deliciosas. Fundentes y melosas por dentro, y con un punto crujiente por fuera que se consigue tras el asado.

El tiempo de trabajo es de 5-10 minutos, el resto… ¡Es tarea del horno! Ideal para permitirte realizar otras tareas mientras tanto.

Son ideales como guarnición, para acompañar otros platos, aunque junto a otras verduras asadas, se convierten un plato ideal para triunfar. Es difícil que a alguien no le gusten. Si bien es cierto que, debido a la cantidad de aceite y mantequilla, es preferible reservarlas para tomar de vez en cuando para preparar un menú de lujo.

Para un resultado óptimo, os recomendamos cualquiera de nuestras especialidades para guarnición:
– Patatas La Huerta de Doña Rogelia Especial Guarnición, bolsa de 1 kg.
– Patatas Val de Picones Especial Guarnición, bolsa de 1 kg.
– Patatas Premium Hijolusa Especial Guarnición, bolsa de 1 kg.

Ingredientes:

– 1 kg de patatas guarnición
– 3 cucharadas de mantequilla
– 3 cucharadas de aceite de oliva + 1 cucharada para dorar antes de servir
– 1 cucharadita de sal
– Pimienta recién molida al gusto
– 2 tazas de caldo de pollo

Instrucciones:

Coloca la rejilla en el tercio superior del horno y pon el horno a calentar a 250 grados.

En una fuente para asar, pon las tres cucharadas de mantequilla, troceadas y repartidas.

Coloca la fuente en el horno a fuego medio justo hasta que la mantequilla se haya derretido. Retira del horno y agrega el aceite de oliva.

Pela las patatas. Córtalas por la mitad longitudinalmente. Y agrega los trozos de patata a la fuente del horno, mezclándolos bien con la mantequilla y el aceite. Así conseguirás que se peguen lo menos posible. Espolvorea con sal y pimienta al gusto. Hay quien les añade una mezcla de hierbas, como tomillo, mejorana, salvia, orégano… Te lo dejamos a tu elección.

Introduce en el horno y asa las patatas durante 15 minutos. Transcurrido ese tiempo, abre el horno y dales la vuelta a las patatas para que se tuesten por el otro lado, y déjalas 10 minutos más en el horno. Vuelve a voltearlas y asa otros 10 minutos. Saca la fuente del horno. Voltea otra vez las patatas asegurándote que las patatas que estén más blancas queden hacia arriba. Entonces, agrega las dos tazas de caldo e introduce nuevamente en el horno durante 15 minutos.

Cuando las vayas a servir, salpica las porciones con trozos pequeños de la mantequilla que habíamos reservado y mete a gratinar al horno hasta que la mantequilla se derrita y se doren un poquito las patatas, con cuidado de que no se peguen.

No es una receta para mantener la línea, pero te aseguramos que te va a encantar. De vez en cuando, hay que darse un gusto.

¡Buen provecho!