Si eres de los que les encantan las patatas fritas, ¡no te pierdas estos trucos para conseguir su punto perfecto!
¿Existe la fórmula ideal para obtener unas patatas fritas perfectas? ¡Sí! Y es que deben quedar crujientes por fuera y blandas por dentro. Aunque parezca que es muy sencillo, seguramente que cuando nos hemos puesto manos a la obra nos han quedado duras, sosas, aceitosas, quemadas por fuera o crudas por dentro. ¿Verdad? Entonces, ¿qué podemos hacer? ¡No te preocupes porque tenemos la solución! Sigue estos trucos y serás el rey de la patata frita.
Utiliza un pelador para aprovechar la patata al máximo y no quitar parte de la zona con mayor valor nutritivo.
Corta las patatas entre 6 y 7 milímetros de ancho, tratando que todas tengan un grosor similar.
Para eliminar el almidón es muy aconsejable lavar las patatas hasta que el agua salga clara, o bien, se pueden hervir las patatas en agua con sal y un poco de vinagre durante 8-10 minutos.
Escurre bien las patatas y sécalas para tratar que quede la menor cantidad de agua posible.
Realiza una doble fritura con abundante aceite. La primera fritura se realiza durante unos 7-10 minutos cuando el aceite está a una temperatura entre 130º y 150º para conseguir ablandar las patatas. La segunda fritura sirve para conseguir el acabado crujiente, con el aceite a 180º durante un tiempo de 2 ó 3 minutos hasta que las patatas comiencen a estar doradas. El truco para saber si el aceite está a esas temperaturas, en caso de no tener un termómetro, consiste en echar una miga de pan en el aceite, si se queda en el fondo significa que el aceite está entre 130º y 150º,si, por el contrario, sube quiere decir que está a 180º. Te recomendamos que eches las patatas poco a poco para que no disminuya la temperatura del aceite.
Después de la primera fritura, cabe la posibilidad de congelar las patatas con el objetivo de que queden mucho más sabrosas, y luego realizar la segunda fritura en el momento que más te apetezcan unas patatas fritas.
Elimina la mayor parte del aceite con papel absorbente después de cada fritura.
Por último, una vez que has sacado las patatas fritas, justo antes de consumirlas, echa la sal. ¡Listo! Si has seguido todos estos consejos, seguro que habrás conseguido unas patatas fritas deliciosas y sobre todo si has utilizado La Patata Rústica de Hijolusa o La Huerta de Doña Rogelia (Especial Freír).